miércoles, 24 de agosto de 2011

TRES MIL días sin luz

Cuando sales a pasear por mi barrio,
saludamé si pasas por mi lado.
Te echo en falta desde hace tanto tiempo,
que a veces ya no sé cuánto te quiero.

Ya son muchos años con tu recuerdo,
tantos que se me difumina la memoria,
pero sigo deseando a todas horas,
que sigas a mi lado cuando despierto.

Seguro que te tratan bien por donde viajas,
te ha dado tiempo a dar
la vuelta al mundo entero.
En estos últimos tres mil días,
me hubiera gustado poder
acompañarte en algún sendero.

Te veo en las sonrisas de la gente,
en el tierno lloro de los niños,
en las manos amables y arrugadas de los ancianos,
en los azules ojos de las modelos.

Estás en mí siempre presente,
en los días de sol y en los de tormenta,
desde que, perezoso, me levanto,
hasta que por la noche me preparo,
para mi reunión contigo en sueños.

Lloro versos angustiados,
que siempre caen en el olvido,
y el tiempo pisa con sus garras,
perenne devorador de lo vivido.

Nunca me acerco al abismo,
no doy saltos sin ver el fondo,
con sensatez me ilusiono con tu vuelta,
pero soy realista y silencio todo.

Nunca pienses que hiciste bien en irte,
aunque siempre me veas sonreír,
porque río cuando estoy más triste
y lloro cuando sólo tú me podrías descubrir.











Marea - Petenera (en carne viva)
http://www.youtube.com/watch?v=D-QAbWEuPvI&ob

 






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