miércoles, 24 de agosto de 2011

AMANECER

Pronto comienza el día,
con prisa, el sol se levanta,
mueren la noche y sus risas,
florece la vida, no admite pausa.

La oscuridad da paso
al fulgor brillar del astro.
Se va a descansar la luna,
agotan las tinieblas su mando.

Surge el resplandor infatigable
de la sonrisa crepuscular.
El cielo se llena de luz,
se va apagando el firmamento estelar.

Me despierto, me desperezo,
me pongo en pie, sin dudar.
Hoy me lo voy a tomar en serio,
no se puede demorar más.

Hoy voy a contemplar
cada milagro natural,
que el planeta nos regala
y a veces, no sabemos apreciar:
el alba, el viento, el mar,
el agil volar de las nubes,
el olor de la hierba mojá.

La muerte de la tarde,
el ocaso seduce con su misterio.
Nos hechiza la penumbra.

Mirando al oeste en el atardecer,
desde un colina elevada de esta ciudad
disfruto de la sencilla belleza de la vida,
que no se paraliza jamás.

El cambio de color de la vista lejana,
el avance constante de su caminar.
No existe mano en el mundo,
que pueda hacer a la Tierra aparcar.









Marea - Bienvenido al secadero
http://www.youtube.com/watch?v=qJJgb5d6w98


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